Ni se te ocurra casarte un
martes, que no llueva el día de tu boda, que nos arrojen arroz nada más
casarnos, llevar algo azul, prestado o viejo en la ceremonia… Hay una serie de
tradiciones y, por qué no decirlo, de supersticiones, que “aseguran” el éxito
en tu matrimonio y un futuro pleno de felicidad. Nadie dice que es
supersticioso, pero a la hora de la verdad nos fijamos y seguimos esos ritos
por lo que pueda pasar. ¿Seguro que no eres supersticiosa?
El día de tu boda vas a estar muy
pendiente de la predicción del tiempo, sobre todo y con más motivo si la
ceremonia y/o el convite son al aire libre. Nadie quiere que caiga un buen
chaparrón en su gran día, aunque contrariamente a lo que parece que llueva en la boda es sinónimo de buena
suerte y fertilidad. Aunque resulte molesta para los novios y sus invitados, si
llueve en tu boda pon buena cara al mal tiempo, pues tendrás un matrimonio
feliz y una familia numerosa. De todos modos, si no quieres que te llueva puedes llevar una docena de huevos a las monjas clarisas y el sol lucirá en tu boda.
Aunque no sea muy habitual en nuestra
época, casarse un martes ha estado
vetado desde los tiempos de los romanos. ¿Y por qué? Porque ése era el día de
Marte, el dios de la guerra, y era augurio de desgracias y muerte. De hecho,
los romanos prohibían celebrar bodas y emprender viajes ese día (por eso, de lo
ni te cases ni te embarques). ¿Entonces qué día es el mejor para casarse? El
lunes, el día de la luna, dicen que asegura fertilidad y abundancia. El viernes
es el día de la diosa del amor, Venus, y casarse ese día te asegura que nunca
faltará el amor en tu matrimonio.
Seguro que cuando acabe la
ceremonia de tu boda, a la salida te espera una lluvia de arroz. Esta costumbre
viene del lejano oriente y dicen que te
lancen puñados de arroz favorece la prosperidad de la pareja.
Otra costumbre muy arraigada es
el ruido. Los momentos previos a la
boda, ya sea por los nervios o la responsabilidad, llevan a los novios a un
estado de recogimiento y casi de retiro espiritual. Pero después del “sí quiero”,
eso cambia completamente: hacer ruido ahuyenta a los malos espíritus. De ahí
que se pongan latas en los coches de los recién casados, que las campanas de la
iglesia suenen más que nunca o de que en las bodas valencianas se suelan tirar tracas
y petardos.
Quizá sea una costumbre poco
española, pero también es típico llevar
en la boda algo azul, algo prestado y algo usado o viejo. El sentido de
llevar algo de color azul es porque simboliza la fidelidad; algo prestado
estrecha los lazos de amistad; y algo usado o viejo significa que no se corta
con el pasado y lo tendremos siempre presente.
Hay muchas costumbres más, como
que la novia lance el ramo entre las amigas y las chicas casaderas,
compartiendo así su felicidad y pasando el testigo para una próxima boda.¿Has contado cuántas supersticiones tienes? ¿No me digas que tienes todas?