Como muchas de las tradiciones que usamos en las bodas de hoy en día, la de la tarta viene de tiempos de los romanos. En aquella época, se partía un pan por encima de la cabeza de los novios y los invitados recogían y comían las migas como símbolo de fertilidad. Ya en nuestros días, los novios cortan juntos el pastel convirtiéndose en el primer ofrecimiento que hacen los recién casados a sus invitados.
En los pasteles de boda también se siguen las últimas tendencias. Hoy vuelven a estar de moda las tartas redondas o en forma de corazón, así como las que tienen colores llamativos (rosa, lila, celeste, pistacho…), junto al tradicional blanco. La última novedad son los mini pasteles o cupcakes, que cuentan con la ventaja de que no hay que cortarlos y ofrecen la posibilidad de elegir entre una extensa gama a los invitados. También los puedes personalizar y decorarlos con los motivos que más te gusten.
Aunque los restaurantes ofrecen diversas opciones de pasteles, es conveniente que los encarguéis en una pastelería de vuestra elección. Debes hacer el encargo con varios meses de antelación y, por supuesto, probadla antes para aseguraros de que está riquísima. Por último, podéis darle un toque personal con unos muñecos simpáticos que coronen el pastel.